El Dr. Claudio Inostroza-Blancheteau, investigador adjunto del Núcleo Milenio Phytolearning, es autor correspondiente de un nuevo estudio que analiza cómo distintas tasas de fertilización nitrogenada afectan el rendimiento y la fisiología del alforfón común (Fagopyrum esculentum Moench), un cultivo de creciente interés por su valor nutricional, su carácter libre de gluten y sus propiedades beneficiosas para la salud humana. Dado su potencial en la diversificación alimentaria y como alternativa a los cereales tradicionales, su cultivo ha ido en aumento en distintas regiones del mundo, incluida la zona sur de Chile.
El alforfón, además de ser apto para personas con enfermedad celíaca por no contener gluten, es rico en compuestos bioactivos como la rutina, asociada a beneficios para la prevención de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y el daño hepático. También destaca por ser una especie melífera —es decir, atractiva para polinizadores— y por su capacidad de competir con malezas, lo que puede reducir el uso de herbicidas sintéticos. A pesar de todas estas virtudes, este cultivo ha recibido poca atención científica en aspectos agronómicos y fisiológicos, especialmente en relación con su respuesta al nitrógeno, un nutriente clave para el crecimiento vegetal.
Con ese objetivo, el estudio evaluó el efecto de cinco niveles distintos de nitrógeno —entre 0 y 90 kg por hectárea— sobre distintos parámetros fisiológicos y de rendimiento del alforfón bajo condiciones reales de campo. Uno de los hallazgos más llamativos fue que las plantas tratadas con niveles bajos de nitrógeno (especialmente 30 kg/ha) mostraron una mejor eficiencia en el uso de la luz, expresada en parámetros como el rendimiento cuántico y la tasa de transporte de electrones en la fotosíntesis. En cambio, a niveles más altos de nitrógeno (60 y 90 kg/ha), estos indicadores se redujeron, y además se observó una menor capacidad de las plantas para absorber dióxido de carbono, lo que sugiere un efecto negativo del exceso de nitrógeno en la función fotosintética.
En términos de desarrollo físico, las plantas con mayor nitrógeno crecieron más en altura, generaron más ramas y mayor biomasa. Sin embargo, no fueron necesariamente más productivas: los resultados más favorables en cuanto a número de granos, rendimiento por planta y producción total de grano se observaron en aquellas cultivadas con 30 kg de nitrógeno por hectárea. Esto sugiere que el alforfón tiene bajas necesidades de nitrógeno para alcanzar buenos niveles de producción, lo que podría traducirse en prácticas agrícolas más sostenibles y de menor impacto ambiental.
Estos resultados abren nuevas perspectivas para promover el cultivo de alforfón en sistemas agrícolas de bajo uso de insumos, como los que se desarrollan en muchas zonas del sur de Chile. Además, ofrecen una alternativa interesante para reducir el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados, que hoy son una de las principales fuentes de contaminación agrícola. No obstante, el estudio también subraya la necesidad de seguir explorando, a nivel molecular y bioquímico, cómo el nitrógeno influye en el desarrollo y la formación del rendimiento de esta especie.
Este trabajo fue liderado por Jorge González-Villagra (Universidad Mayor y CReAM) como autor principal, junto a un equipo interdisciplinario compuesto por Jaime Solano, Kevin Ávila, Jaime Tranamil-Manquein, Ricardo Tighe-Neira, Alejandra Ribera-Fonseca y Claudio Inostroza-Blancheteau, este último como autor correspondiente e investigador adjunto del Núcleo Milenio Phytolearning. La investigación se desarrolló en colaboración entre la Universidad Mayor, la Universidad Católica de Temuco, la Universidad de La Frontera y el Centro para la Resiliencia, Adaptación y Mitigación (CReAM), reflejando el compromiso de diversas instituciones del sur de Chile con el avance del conocimiento en agricultura sostenible y cultivos alternativos de alto valor nutricional.